jueves, 13 de marzo de 2008

Belinda


1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Vulva!

Divina creación
para hombres de buena envergadura.

Vulvas pequeñas
de ajuste perfecto.

Vulvas inmensas
de inmenso placer.
Terror de inexpertos.
Fracaso de ineptos.

Vulvas profundas
de exquisita aguamiel.

Rubias, trigueñas o morenas.
Vulvas, vulvitas, vulvonas.
Y no es mi culpa que las quiera tanto,
que como pulpa de fruta madura
se dejen paladear con la misma fruición
¡y más sabrosas aùn!

¡Ah...!
Pero no hay como la vulva de la mujer amada
aquella que me mantiene vivo
aún después
de haber muerto en ella!

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